sábado, 7 de enero de 2012

¿Quién es el arcángel Miguel?


Aparte de Gabriel, Miguel es el único ángel santo mencionado por nombre en la Biblia y el único al que se llama “arcángel”. (Judas 9.) La primera vez que aparece su nombre es en el capítulo décimo de Daniel, donde se dice que es “uno de los príncipes prominentes” que fue a ayudar a un ángel de menor rango al que se oponía el “príncipe de la región real de Persia”. A Miguel se le llamó “el príncipe” del pueblo de Daniel, “el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo [el de Daniel]”. (Daniel 10:13, 20, 21; 12:1.) Estas palabras señalan a Miguel como el ángel que condujo a los israelitas a través del desierto. (Éxodo 23:20, 21, 23; 32:34; 33:2.) El hecho de que ‘Miguel el arcángel tuviera una diferencia con el Diablo y disputara acerca del cuerpo de Moisés’ presta apoyo a esta conclusión. (Judas 9.)
En la Biblia hay solo unos cuantos pasajes donde se llama Miguel a cierto ser espiritual. Pero en todos ellos siempre aparece haciendo algo. En el libro de Daniel, está combatiendo contra ángeles malos; en la carta de Judas, está discutiendo con el Diablo, y en el libro de Revelación (o Apocalipsis), está guerreando contra Satanás y sus demonios. En efecto, siempre defiende la autoridad de Jehová como Rey y lucha contra los enemigos de Dios. De esta manera hace honor a su nombre, que significa “¿Quién Es Como Dios?”. Ahora bien, ¿quién es Miguel?
Antes de nada, recordemos que algunas personas tienen más de un nombre. Por ejemplo, a Jacob, que fue cabeza de una gran familia, también se le conoció como Israel, y al apóstol Pedro, como Simón (Génesis 49:1, 2; Mateo 10:2). De igual modo, la Biblia contiene indicaciones de que Miguel es otro nombre que recibe Jesucristo tanto antes de venir a la Tierra como después de regresar al cielo. Veamos qué razones encontramos en las Escrituras para llegar a esta conclusión.

Arcángel
 La Palabra de Dios presenta a Miguel como “el arcángel” (Judas 9). Este término significa “ángel principal”. Notamos que a Miguel se le llama el arcángel, lo que da a entender que solo hay uno de estos ángeles. De hecho, la Biblia nunca emplea la palabra “arcángel” en plural, sino siempre en singular. Además, Jesús aparece relacionado con la labor de arcángel. Así lo vemos en 1 Tesalonicenses 4:16, donde se indica lo que hará el resucitado Jesucristo: “El Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel”. Este pasaje dice que Jesús hablará con voz de arcángel. Si la denominación “arcángel” no aplicara a Jesucristo, sino a otros ángeles, la referencia a una “voz de arcángel” no sería apropiada, pues designaría una voz de menor autoridad que la del Hijo de Dios. Por lo tanto, da a entender que el propio Jesús es el arcángel Miguel.
Comandante
 La Biblia señala que “Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón [...] y sus ángeles” (Revelación 12:7). Es obvio que Miguel es el Comandante de un ejército de ángeles fieles. El libro de Revelación también presenta a Jesús como el Comandante de un ejército de ángeles fieles (Revelación 19:14-16). Y el apóstol Pablo menciona expresamente al “Señor Jesús” y “sus poderosos ángeles” (2 Tesalonicenses 1:7). Así pues, la Biblia habla tanto de Miguel y “sus ángeles” como de Jesús y “sus ángeles” (Mateo 13:41; 16:27; 24:31; 1 Pedro 3:22). La Palabra de Dios no dice en ningún lugar que existan dos ejércitos de ángeles fieles, uno dirigido por Miguel y otro por Jesús. Por lo tanto, es lógico llegar a la conclusión de que Miguel es nada menos que Jesucristo desempeñando sus funciones en el cielo.

Hay también otras correspondencias que demuestran que Miguel es realmente el Hijo de Dios. Después de la primera referencia a Miguel (Daniel 10:13), Daniel registró una profecía que llegaba hasta “el tiempo del fin” (Daniel 11:40), y luego dijo: “Y durante aquel tiempo se pondrá de pie Miguel, el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo [el de Daniel]”. (Daniel 12:1.) El que Miguel ‘se pusiera de pie’ estaría relacionado con “un tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo”. (Daniel 12:1.) En la profecía de Daniel, ‘ponerse de pie’ se refiere con frecuencia a una acción tomada por un rey, ya sea para obtener poder real o para actuar en su calidad de monarca. (Daniel 11:2-4, 7, 16b, 20, 21.) Este hecho apoya la conclusión de que Miguel es Jesucristo, pues él es el rey nombrado por Jehová y ha recibido la comisión de destruir a todas las naciones en Armagedón. (Revelación 11:15; 16:14-16.)
El libro de Revelación (12:7, 10, 12) menciona a Miguel con relación al establecimiento del reino de Dios y enlaza este acontecimiento con disturbios para la Tierra: “Y estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron [...]. Y oí una voz fuerte en el cielo decir: ‘¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos [...]! A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!’”. Después se representa a Jesucristo dirigiendo a los ejércitos celestiales en guerra contra las naciones de la Tierra. (Revelación 19:11-16.) Esto significaría para ellas un período de aflicción que lógicamente estaría incluido en el “tiempo de angustia” que llegaría después que Miguel se pusiese en pie. (Daniel 12:1.) Ya que el Hijo de Dios tiene que luchar contra las naciones, es razonable que fuese él quien previamente combatiera con sus ángeles contra el dragón sobrehumano, Satanás el Diablo, y sus ángeles.
Antes de hacerse hombre, a Jesús se le llamaba “la Palabra” (Juan 1:1), y también tenía el nombre personal de Miguel. Al conservar el nombre Jesús después de su resurrección (Hechos 9:5), se demuestra que la “Palabra” es la misma persona que el Hijo de Dios en la Tierra. El que volviese a asumir su nombre celestial, Miguel, y su título (o nombre), “La Palabra de Dios” (Revelación 19:13), le vincula con su existencia prehumana. El mismísimo significado del nombre Miguel: “¿Quién Es Como Dios?”, señala que Jehová Dios no tiene semejante o igual y que Miguel, su arcángel, es su gran Defensor o Vindicador.

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